Dice Jim Belushi que antes de tener una empresa de cannabis hay que tener una empresa de compliance. Y no podemos estar más de acuerdo. En una industria hiper regulada como la del cannabis, es vital cumplir con escrupuloso detalle la reglamentación establecida por las entidades que ejercen control y seguimiento.
En Colombia, la mayoría de las compañías licenciadas no profundizan en las regulaciones técnicas o jurídicas, ni se toman en serio las obligaciones contraídas en la emisión de los actos administrativos que les licencia para iniciar actividades. Aunque es comprensible que, tras 12-18 de proceso burocrático, quieran perder de vista a su abogado para darle paso a su agrónomo, la contingencia de no cumplir a cabalidad con cada una de las disposiciones exigidas no puede ser subestimada.
En nuestra experiencia como equipo de compliance tercerizado para empresas colombianas, la media de red flags identificadas en la etapa inicial de diagnóstico es veinte. Han leído bien, ¡veinte!. Hasta veinte puntos concretos de incumplimiento normativo de algún tipo, de las cuales una media de doce son items de máxima alerta, que conllevarían a la perdida de la licencia, la temida “condición resolutoria”. Las más comunes se encuentran en el ámbito de las contrataciones, el incumplimiento de las condiciones establecidas en el acto, las actividades que no se deben realizar sin previa autorización, el seguimiento del material cultivado, y el mal diligenciamiento de los formatos de reporte.
Fuentes del Ministerio de Justicia y del Derecho y del Fondo Nacional de Estupefacientes (FNE) han confirmado recientemente la apertura de numerosas investigaciones por incumplimiento y varias ejecuciones de condición resolutoria o pérdida total de la licencia en lo que llevamos de 2020. Y, si los clientes a los que hemos tenido la oportunidad de auditar representan una muestra significativa del estado de cumplimiento interno de las empresas de la industria, es prudente anticipar muchas más en los próximos meses. En la industria todavía resuenan las palabras del Presidente Duque advirtiendo que en esta industria no tienen cabida las “empresas de garaje”.
Empresario: no subestime la importancia de mantener una práctica en compliance exhaustiva, detallada y profesionalizada. Solo así podrá construir una empresa de cannabis competitiva y sostenible, capaz de competir en los mercados internacionales sin fricción regulatoria. Y para tomarle el hilo al Presidente Duque, añadiremos: no se deje asesorar por “consultores de garaje”.